El Casamiento Engañoso
En El casamiento esgañoso, Alférez Campuzano, cuenta a su amigo Li- cenciado Peralte la historia de su matrimonio con Estefanía de Caicedo: Campuzano se propuso seducir a Estefanía, y, atraído por la dote que ella aportaría al matrimonio, se casó con ella pensando engañarla. Pero cuando ya Alférez "iba cambiando a buena la mala intención" de su plan descubre que él es engañado; Estefanía que no era la dueña de la casa que ella decía ser suya, huye con su amante llevándose las joyas (falsas) de Campuzano, y quedando éste contagiado de sífilis, que acaba de curar en el hospital.
Peralta se quedó asombrado y ,Campuzano se dispuso a asombrarlo aún m'as dándole a conocer El coloquio de los perros, que una noche pu- do oír en el hospital. Mientras Alférez descansa, Peralta lee el coloquio en el qual Berganza cuenta su vida a su campañero Cipión, que va co- mentando la narración, en su contenido y en su forma.
Cree Berganza haber nacido en Sevilla, quizás en el matadero, donde tuvo su primer amo el matarife Nicolás el Romo. Escapó de la crueldad del jifero y vivió después con unos pastores en el campo, como guar- dián del rebaño. Al no poder descubrir al amo las fechorías de los pastores-lobos, vuelve a Sevilla y sirve a un rico mercader. Por lealtad a su amo rechaza los sobornos de la criada y, antela segura venganza de la negra, se marcha y encuentra como nuevo amo al alguacil amigo de Nicolás el Romo, su primer amo. Abandona aquel mundo de alguaciles, escribanos, prostitutas y rufianes asociados en el robo, y se une a una compañía de soldados, en Mairena del Alcor. Cuando el tamborilero y el "perro sabio", adiestrado en espectáculos prodigios, llegan a Montilla, donde la bruja Cañizares reconoce a Berganza, al hijo de Montiela, cu- yos dos hijos habían sido convertidos en perros por la célebre bruja LaCamacha. Una vez descubierta y humillada la bruja Cañizares, el perro
huye y va a parar a un campamento de gitanos, cerca de Granada.Por
miedo a que en sus trapacerías lo utilicen como "perro sabio" se mar- cha y sirve, en las afueras de Granada, a un hortelano morisco. Mal ali- mentadoentre los de aquella raza, consuela su estómago con los men- drugos de un poetta, y sale adelante como "entremista y farsante de figuras mudas", hasta que, herido en la representación de un entremés en Valladolid, cansado de todo, Berganza entra al servicio de Mahudes, en el Hospital de la Resurrección.
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